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Seguramente has comido unas ricas Enchiladas Potosinas, tal vez desconozcas su origen, te cuento la curiosa historia

Origen

Cristina Jolomo (1874-1973), habitante del municipio de Soledad de Graciano Sánchez en San Luis Potosí, al quedar viuda y contar con escasos recursos, buscó la manera de sacar adelante a sus cuatro hijos, en 1919, inicia la elaboración de tortillas a mano y la venta en su casa, todos los días llevaba al molino su nixtamal, un día le entregan la masa, pero ¡oh, sorpresa! era de color rojizo, inmediatamente hace el reclamo al responsable, el cual le informa que por accidente su nixtamal se había mezclado con residuos de los chiles de la molienda anterior, la lleva a casa para aprovecharlo y seguir ofreciendo las tortillas a sus clientes, al probarlas se percata del “sabor y picor placentero”, que le da el chile cascabel, propio de las huertas de Soledad, a partir de entonces, siempre utilizó esta maravillosa masa.

Arranque del negocio

En principio, ofreció las tortillas a su familia la cual quedó encantada, a Doña Cristina, muy “vivaracha”, se le ocurre la elaboración de una quesadilla pequeña, ya que las tortillas en San Luis así se acostumbran, la complementó con relleno de queso y salsa de chiles, para aderezarla le puso por encima un poco de crema, las nombró “Enchiladas”, empezó a venderlas entre sus vecinos y tuvo un éxito mayúsculo que a partir de 1923, por sugerencia de sus hijos y clientes cercanos, decide comercializarlas en la Plaza Principal de Soledad Graciano Sánchez, allí se desata el boom. Aproximadamente en 1960, su hija Victoria Medellín las bautiza como “Enchiladas Potosinas” y en 1965, Doña Cristina obtiene el registro. Hasta el momento esta tradición familiar tiene más de 100 años, son muy afamadas tanto en México como en el resto del mundo, a la gente les fascina.

Declaratoria de la UNESCO

En el año 2010, la gastronomía mexicana fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), claro está que las “Enchiladas Potosinas” forman parte de este reconocimiento.

Feria Nacional de la Enchilada

Hasta 2013, se efectuaba la Feria Regional Soledense, a partir de ese año, cambia a Feria Nacional de la Enchilada, donde se presenta una muestra de las enchiladas más representativas de todo el territorio mexicano; además hay carrera atlética, artesanías, eventos artísticos y culturales y teatro, la celebración ha tenido gran éxito y por supuesto, mencionan que la reina de todas las enchiladas han sido las ¡Enchiladas Potosinas!

Vamos a San Luis Potosí y démonos una vuelta por Soledad para probar las auténticas “Enchiladas Potosinas”

Con el transcurso del tiempo, la presentación del platillo fue cambiando y se agregaron guarniciones como el guacamole, los cueritos en vinagre y los frijolitos refritos.

Receta

Ingredientes para la masa

• 200 gr. De chile ancho ligeramente asados, sin semillas y desvenados.
• 3 dientes de ajo enteros.
• Sal al gusto.
• 1 kilo y medio de masa fresca.

Ingredientes del relleno

• Media taza de cebolla blanca picada.
• 1 litro de agua.
• 10 tomatillos verdes sin cáscara.
• Chiles serranos al gusto.
• 2 tazas de queso añejo.

Preparación de la masa

Se remojan los chiles en agua durante 20 minutos y se escurren, conservando el agua, después se muelen los chiles junto con el ajo, la sal y parte del agua del remojo. Todo esto se mezcla perfectamente con la masa, cuando está suave se hacen pequeñas bolitas y se dejan reposar mientras se prepara el relleno.

Forma de preparar el relleno

Se hierve el agua y se agregan los tomatillos, el ajo y los chiles serranos junto con la cebolla, se cocina unos 20 o 25 minutos, se escurre el agua y se conserva. Los tres dientes de ajo y la sal, junto con los materiales que se hirvieron, se licúan ligeramente a fin de que quede una salsa espesa que debe bullir, en ese momento se agrega el queso añejo desmenuzado y se retira del fuego.

Elaboración de la enchilada:

Con las bolitas de masa que estaban en reposo se hacen las tortillitas, se ponen al comal y se les pone una cucharada de relleno; se dobla para que quede como una quesadilla. Posteriormente se fríen en manteca de cerdo y se sirven adornadas con queso fresco desmenuzado y cebolla finamente picada.