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Hablemos de la dulcería típica mexicana como parte de nuestra idiosincrasia. Existen una gran variedad de dulces representativos en México que cambia de una región a otra, ya que es una de las expresiones más ricas y abundante del arte popular mexicano que podemos paladear, en ella se integran los más variados elementos, como frutas, nueces, semillas, cactáceas, entre otros, así como los dulces cristalizados, lo que nos habla de cómo se aprovecha completamente lo que nos ofrece cada región de nuestra maravillosa naturaleza en todo el México. Tienen historia, son patrimonio y cultura, mucho colorido, combinación y por supuesto ¡el amor en su elaboración!, que se vuelve ofrenda y convivencia familiar.

La alegría. ¡Un dulce que te hará sonreír!

La alegría es la semilla del amaranto (en náhuatl huautli), tostadas y unidas por miel de azúcar, generalmente decoradas con nueces y/o pasas. Encontrarás también, combinaciones con arándanos, pepitas de calabaza y otros, así como con el jarabe de agave.

¿Sabías que…?

Además de contener un gran valor nutrimental, el consumo cotidiano de amaranto puede reducir el nivel de colesterol en la sangre hasta en un 30%.

El amaranto, cultivo prehispánico utilizado por los mexicas en rituales ceremoniales que incluían cantos, bailes y en los que consumían la semilla del huautli manifestando un gran júbilo.  La tradición oral de Tulyehualco, en la delegación Xochimilco, atribuye a Fray Martín de Valencia la receta de la golosina de la “alegría”, quien tuvo la idea de crear un alimento basado en el grano reventado del amaranto mezclado con miel, el cual dio a probar a los indígenas y a éstos les dio tanta alegría que empezaron a bailar y a tocar música, aludiendo a un antiguo ritual prehispánico, lo que dio origen al dulce conocido hoy como “alegría”.

Cristalizado ¡Un sabor que sabe a gloria!

Pueden hacerse de fruta fresca, cristalizada a base de envolverlas varias veces en azúcar hirviendo hasta quedar como una “deliciosa joya”, conservan su sabor y jugosidad, siendo saludables y nutritivas.  También suele cristalizarse el chile manzano, aguacate, nopal, pepino, cebolla, jitomate, chayote, xoconostle, chilacayote, limón o zanahoria “emborrachados” de azúcar. Para amenizar, se ofrecían en las festividades de las comunidades.

¿Las has probado?

Pepitorias ¡Un delicioso abanico de colores!

Son delgadísimas láminas de trigo, pintadas de colores llamativos, siendo las mismas que se utilizan para las hostias, cuya oblea originalmente es blanca. Se hacen redondas, se les agrega un poco de jarabe de maíz, miel o piloncillo y se doblan por la mitad; en la orilla se les coloca semillas de calabaza (pepitas sin cáscara).

¡Pruébalas, se deshacen en la boca!