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En la Mesoamérica prehispánica existieron una gran diversidad de culturas indígenas que tenían características homogéneas, debido al trueque de alimentos, minerales, vegetales u otros, así como al vínculo religioso y cultural existente entre ellas. Según los estudios de etnografía de la mitología y creencias de las civilizaciones de esta región, se practicaba la adoración de deidades, siendo una muy importante el culto al Dios del Maíz.

México es el centro de origen del maíz, su domesticación comenzó hace aproximadamente 10 mil años, relacionada con el surgimiento y desarrollo de la agricultura independiente en diferentes sitios, fue el alimento principal de estas etnias que lo consideraban un alimento sagrado. Actualmente nuestro país concentra la mayor diversidad de maíz en el mundo.

Algunas representaciones del Dios del Maíz en las regiones mesoamericanas.

En la cultura olmeca, se encontraron las más antiguas representaciones del maíz. En una de las ruinas más conocidas de La Venta, Tabasco, descubrieron imágenes asociadas a esta planta, datan desde el 800 a 400 a.C., representaba a “un hombre de la cosecha con maíz creciendo de su cabeza”.  Los arqueólogos creen que esta civilización y su cultura fueron los antepasados de culturas posteriores.

El Dios del Maíz maya, es una de sus principales deidades, en el periodo Clásico, es representado de dos maneras: una que alude al maíz maduro y otra al maíz joven. Su representación se distingue por las hojas del maíz que brotan de su cabeza. El maíz era reconocido como su alimento primordial que les proporcionaba la fuerza vital. El valioso texto del Popul Vuh, “libro del consejo” o “libro de la comunidad”, es una narración del siglo XVI, los héroes gemelos tienen plantas del maíz como alter egos y el propio hombre se creó a partir del maíz, otro cuento interesante y popular hasta la fecha es El descubrimiento y la apertura de la Montaña del Maíz, el lugar donde se escondían las semillas del maíz.

En la mitología mexica, el Dios del Maíz, Cintéotl o Centéotl (del náhuatl centli, “mazorca del maíz seco” y teotl, “dios o diosa) es el dios o la personificación del maíz y el patrón de la ebriedad y la bebida en los rituales, además es considerado en ocasiones como un dios dual, con identidad masculina y femenina, la primera lleva los nombres de Cintéotl y Centeotltecuhtli (tecuhtli, “señor”) y la segunda “Chicomecóatl”.

En la cultura zapoteca del periodo Clásico, de los años 300 a 950 d.C. cuya principal ciudad era Montealbán, Oaxaca, el Dios del Maíz era Pitao Cozobi, nombrado también como Cuzucuy, Cozuby, Betao Yosobi o Lozucuy. El fraile dominico Juán de Córdova (1503-1595) lo llamó “dios de las mieses”. Su representación es un hombre sentado con un rico tocado de mazorcas. Deidad consagrada al maíz, la cosecha y la abundancia, patrono de la agricultura y la alimentación, venerado durante el ciclo agrícola. Antes de iniciar la siembra, los sacerdotes sangraban sus orejas para depositar el líquido en una vasija, en  la cosecha realizaban ceremonias como símbolo de abundancia.

Cohuy es considerado el Dios del Maíz en la cultura mixteca, alimento sagrado y protector de sus cosechas. Venerado con ceremonias y rituales, en donde se realizaban sacrificios de animales y humanos, en virtud de que consideraban que la humanidad fue creada a partir del maíz.

Fuente tatuaje y foto: Ofrenda de Sangre (síguelo en Instagram)